Las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, la montaña costera más alta del mundo, se hunden en el mar como los dedos de una mano gigantesca entre los que se forman bahías y ensenadas de belleza singular: Chengue, Gayraca, Cinto, Neguanje, Concha, Guachaquita, con sus playas de arenas blancas delimitadas por, manglares, matorrales o bosques, y bañadas todas por las aguas cristalinas del mar Caribe, hacen parte de los muchos atractivos que ofrece el Parque Nacional Natural Tayrona.